JERUSALÉN Y EL TEMPLO ARRASADOS 9 de Agosto de 70
La rebelión de los judíos en contra de los romanos, termina con la conquista de la Ciudad Santa y el Templo arrasado y abatido por las llamas.
El general Tito culminó exitosamente el asedio a la ciudad que es incendiada. Pese a sus órdenes en sentido contrario, las huestes romanas saquearon e incendiaron el Segundo Templo.
El símbolo nacional del judaísmo se había perdido y comienza el largo tiempo hasta la recuperación de la identidad con la consagración del Estado de Israel en 1948.
Diego Acosta