Paraguayos rechazan que Gobierno quiera cambiar libros por armas
Medios de prensa, políticos y organizaciones sociales paraguayas manifestaron su rechazo a la propuesta de invertir casi 600 millones de dólares en compra de armamentos para las fuerzas armadas, con dinero que pertenece a la partida presupuestaria de educación.
La Comisión de Defensa del Congreso planteó reducir las partidas asignadas en el presupuesto del 2013 a educación para satisfacer el pedido de la jefatura de las fuerzas militares.
La instancia militar, por su parte, propuso que dicho monto se consiga mediante el endeudamiento externo del país, ya que aseguran contar con ofertas procedentes de Israel y España para la adquisición de 10 aviones de combate, radares y otros armamentos.
El argumento para cambiar educación por armas proviene, según las Fuerzas Armadas, en supuestas “amenazas de agresión de países fronterizos” y “el deterioro del actual parque castrense”.
En tanto, el diputado Jose López pidió utilizar parte de los 360 millones de dólares recibidos por Paraguay de la venta de energía, procedente de la hidroeléctrica Itaipú, así como también recortar la partida asignada a infraestructura.
Sus declaraciones se dan luego que el propio presidente Federico Franco, quien asumió el cargo tras la destitución de Fernando Lugo, alegó que existe un peligro de agresión militar a Paraguay por países vecinos.
“Si vamos a la guerra no podemos tirarles a los agresores con libros y jeringas», manifestó el parlamentario López.
Frente a estas declaraciones, dirigentes del Servicio de Paz y Justicia criticaron el proyecto alegando que “sólo en la cabeza de López entra la idea de que Bolivia quiere tener conflicto bélico con Paraguay”.
El diario Ultima Hora indica que el tema generó un aluvión de críticas, porque el monto solicitado se iguala a los fondos planteados para construcción de caminos y obras públicas en el país.
Asimismo, el economista Pablo Hercken, citado pro la agencia ecuatoriana Andes, tildó de “locura” el planteamiento y aseguró que “sería una bofetada a las necesidades del país y una burla a la ciudadanía”.
El viceministro para la Juventud, Daniel Hurtz, dijo que “los jóvenes necesitan trabajo y no tienen nada que ver con asuntos como el propio Servicio Militar2.
Ante esta reacción pública, Franco no ha emitido nueva opiniones sobre el tema, aunque insiste en los ataques contra Bolivia y los países del Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).